lunes, 23 de abril de 2012

El Ayuntamiento de Cartagena advierte. «El que haga un grafiti pagará lo que cueste limpiarlo», subraya el concejal de Vía Pública, Francisco Espejo, uno de los ediles a los que traen de cabeza los grafiteros, desde que se hizo con las riendas de ese departamento. Espejo es consciente de que la ciudad pierde atractivo con las pintadas, muchas de ellas en las principales calles por las que pasan los turistas. De ahí que se haya empeñado en hacer su propia cruzada contra ellos.
«Desde el Ayuntamiento se nos plantea un problema y es que es muy complicado pillarles en el mismo momento en que están haciendo la pintada. Y esa es la única forma de sancionarles», dijo Espejo.
Si un grafitero es pillado 'in fraganti' en una de sus fechorías, el Ayuntamiento puede cargarle los costes de la limpieza. Normalmente, según el edil, se trata de pintadas cuya eliminación no cuesta más de 400 euros. Por eso no suponen un delito para sus autores, de ahí que no se les pueda multar.
De la misma forma, si un vecino pilla al individuo afeando su fachada con un grafiti, puede denunciarlo. En este caso, al igual que el anterior, es el grafitero el que debe pagar los costes de la limpieza. 
La firma es seña de identidad 
 
Según Francisco Espejo, a este tipo de vándalos es muy complicado cogerles con las manos en la masa, aunque sí se les podría relacionar con varias pintadas, porque es posible reconocer la autoría a través de sus firmas. A pesar de todo «si no se identifica a la persona que lo ha hecho no se puede hacer nada. El único remedio es gastar dinero de las arcas municipales y proceder a la limpieza»