El Ayuntamiento de Cartagena advierte. «El que haga un
grafiti pagará lo que cueste limpiarlo», subraya el concejal de Vía
Pública, Francisco Espejo, uno de los ediles a los que traen de cabeza
los grafiteros, desde que se hizo con las riendas de ese departamento.
Espejo es consciente de que la ciudad pierde atractivo con las pintadas,
muchas de ellas en las principales calles por las que pasan los
turistas. De ahí que se haya empeñado en hacer su propia cruzada contra
ellos.
«Desde el Ayuntamiento se nos plantea un problema y es
que es muy complicado pillarles en el mismo momento en que están
haciendo la pintada. Y esa es la única forma de sancionarles», dijo
Espejo.
Si un grafitero es pillado 'in fraganti' en una de sus
fechorías, el Ayuntamiento puede cargarle los costes de la limpieza.
Normalmente, según el edil, se trata de pintadas cuya eliminación no
cuesta más de 400 euros. Por eso no suponen un delito para sus autores,
de ahí que no se les pueda multar.
De la misma forma, si un vecino pilla al individuo
afeando su fachada con un grafiti, puede denunciarlo. En este caso, al
igual que el anterior, es el grafitero el que debe pagar los costes de
la limpieza.
La firma es seña de identidad